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¿Quién tiene tan buena suerte? No me importa el dinero, ni el estatus, tampoco me importa la belleza física ni los privilegios. Pero, que afortunado aquel que tiene a alguien. Alguien para amar, alguien con quien hablar de lo que sea que quiera, alguien que le escuche y le comprenda. Alguien que le dé la mano y sea su brújula en este jodido mundo de perdidos. ¿Cuántos tienen tanta suerte? La fortuna del desalmado, es la burla de los imaginantes. ¿Pero acaso no todos navegamos en el mismo mar? Como coincidimos con esa alma única creada para nosotros ¿Aún podemos ver algo en el planeta de los ciegos? Cuando tiren la moneda al aire, ¿Aún caerá nuestro sol brillante?

Que nadie te importe un carajo, solo tu A nadie le importas un carajo. Olvida decir te amo y di me amo. Aprende a decir adiós y decirte bienvenida. No llores por ningun dolor que no sea el tuyo no compadezcas a tu amigo sin saber si lo haría por ti. No seas generoso al menos que de verdad te sobre. No esperes nada de nadie, pero no des mas de ti a nadie No dependas de nadie No vivas por nadie La gente es individual y antes que ver por alguien ve por si mismo. Se inteligente y no seas el cordero de sacrificio Se un lobo que cuando lo lancen a la manada regrese siendo el líder. Se fuerte y hazlo todo por ti

¿Cuándo se acabarán los días del perro? Papá dijo que nunca me enamorará, el amor incita la furia, La furia da a luz las esperanzas y el miedo se encarga de romperlas. ¡Que se terminen los días del perro!, porque siento que me están quemando. Ardo en llamas cuando la leña empieza a crepitar. ¡Malditos días del perro!,  Mi padre ha dicho: algún día madurarás y los días de perro acabarán Que llegue ya mi senectud.  Algún día que extrañe la juventud sabré la estupidez que hay en mí, entonces reiré de mi mismo y seré feliz porque los días del perro al fin acabaron

¿Porque somos tan juzgados los malqueridos? Nos critican y se burlan, como si fueran perfectos. Sin meditar con sinceridad que todos pueden ser como nosotros. Porque ¿Quien en esta vida no ha amado?, pero no todos tenemos la misma suerte de ser correspondidos. ¡Que envidia verlos tan felices!. ¡Que triste la lejanía del ser amado! Pero, no deben burlarse de la desgracia del prójimo. Somos optimistas algún día el sufrimiento habrá valido la pena. ¡Nadie ama como un despechado! que sangrante se aferra a entregarse en una furia de pasión. Ustedes los amantes disfruten de su idilio muy seguros y enamorados, nosotros los malqueridos tal vez lloremos otra vez bajo la lluvia en el club de los solitarios y descorazonados pero con la ventaja de saber que hemos ganado la fortuna de amar hasta morir y revivir.

Hasta las sociedades más primitivas sienten un respeto por los locos. ¿Y quienes son los locos? No se le debe llamar loco a lo extraño o indefendible. A veces hay mas razón en lo abstracto que en lo normal; la realidad es sin embargo muy distinta desde el punto de vista que lo veas. —La vida sigue, cuando la dejas— Si dejamos por un momento de tomarnos todo tan en serio y vemos todo como si fuera nuevo habremos llegado al punto de partida que nos puede elevar. Me pregunto, ¿Cuanta gente loca hay?, pero no se les puede juzgar de simples locos. Y se me ocurre creer que es todo un simple error. La distribución de papeles quizás es equívoca, la gente que flamantemente pudo ser un príncipe o un genio es fríamente juzgado de loco en esta época y quizás pudiendo hacer todo bien en su tiempo mas aquí sin nada que hacer ha de conformarse con hacer nada.  Y quizá podría entenderlo mucho mejor y puede tener sentido, entonces aquella gente que no entiendo se vuelve normal y consigo tolerarles. Y m